- Todas las localidades vendidas y una euforia colectiva formaron parte del concierto.
Era la novena vez que Iron Maiden visitaba Chile pero la euforia no se detuvo ni un segundo, ni disminuyó un milímetro. El lunes, habían hecho su debut en el recinto de Movistar Arena, pero faltaba lo mejor: la presentación número 10 en el Estadio Nacional.
Allí la dosis de puro heavy metal hizo estremecer a miles de personas. Horas antes, los fanáticos de la agrupación esperaban ansiosos en las proximidades del Parque O’Higgins.
Había banderas por cada rincón y una mezcla de varias generaciones rindiendo culto a la banda con “Legacy of the Beast” como tema central.
Fueron casi 20 canciones las que interpretaron en lo que fue su parada final en Sudamérica. “Seventh Son of The Seventh Son”, “A Matter of Life And Death”, “Seventh Son of The Seventh Son” “The Trooper”, “Run to the hills”, y “Sign of the Cross”, fueron algunas de ellas.
Todo fue visto y disfrutado por la multitud, mientras veían la energía desbordante de músicos que podrían estar en edad de jubilarse, pero lejos de eso aún tienen mucho que dar.
Y es que Iron Maiden es historia épica de Chile. Son 10 presentaciones que suman nada menos que 360 mil personas enloquecidas con su música en 23 años, pero además a eso hay que sumar la bochornosa prohibición de 1992 y la suspensión ocurrida tras el arresto de Pinochet en Londres.
Fundada en 1975, la banda británica de heavy metal Iron Maiden fue creada por el bajista Steve Harris. Más de 100 millones de discos vendidos en todo el mundo la han convertido en una de las bandas más importantes de todos los tiempos en este competitivo género.