- La reconocida empresa ha tomado la decisión de reinventarse con un paso definitivo: la contratación de nuevas caras.
El mercado mundial de la lencería ya no es el mismo, sobre todo a partir de los efectos contundentes que ha tenido el movimiento MeToo. Muchas empresas han surgido para quitarle el liderazgo a la otrora invencible Victoria’s Secret.
Tras las denuncias de mujeres de todo el planeta acerca de acoso y abuso sexual se produjeron sensibles modificaciones en cómo es percibido el cuerpo femenino y los desfiles y anuncios de las famosas ángeles perdieron popularidad, al tiempo que las críticas negativas iban en ascenso.
Victoria’s Secret sintió el primer golpe hace un par de años cuando debió cancelar el evento anual donde las más famosas modelos lucían prendas más que sugerentes.
Pero faltaban más cambios para lavar la imagen.
Reinvención necesaria
La reinvención se hacía necesaria para mantener la vigencia. Por ello se decidió la contratación de figuras que forman parte del denominado VS Collective, agrupación de mujeres que apoyarán a la compañía impulsando diversas causas y logrando acuerdos de negocios diferentes.
La cantante y actriz india, Priyanka Chopra y la figura norteamericana del fútbol femenino, Megan Rapinoe, son dos de esas nuevas caras que representan la renovación indetenible de Victoria’s Secret.
Se trata de dos embajadoras de un grupo de siete que se han dado a conocer por su labor en defensa de la positividad corporal, la igualdad de género y el derecho a tener diversas identidades sexuales o de género.
Todo se ha hecho para enfrentar las duras críticas acerca de las “ideas anticuadas” sobre feminidad que ha tenido la prestigiosa empresa, a la que se le acusa de diseñar colecciones para un público muy limitado.
Las cifras motivaron la decisión. La participación en el mercado era del 19% en diciembre de 2020, mientras que en 2015 era del 32 por ciento.