- Según un reciente estudio científico local, cerca de 8 de cada 10 niñas y niños chilenos presentan un preocupante déficit de vitamina D en sus organismos, cifra que se ve agravada en el caso de menores que presentan sobrepeso u obesidad.
- Así, el consumo diario de alimentos fortificados con este micronutriente se transforma en una buena solución para hacer frente a esta importante carencia, medida que se vuelve esencial en el contexto actual, ya que la vitamina D es fundamental para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir enfermedades.
Tras más de un año viviendo una pandemia a nivel global, las cuarentenas han tenido un impacto en la salud más allá del COVID-19, incluyendo a los niños. Se estima que cambios en la dieta y una menor exposición solar podrían afectar directamente los niveles de vitamina D en los más pequeños, una deficiencia que se arrastra desde mucho antes de la llegada del coronavirus: según un reciente estudio hecho en Chile, cerca de 8 de cada 10 niños y niñas ya contaban con bajísimos niveles de este micronutriente previo a la pandemia.
La medición, que se realizó en participantes de entre 4 y 14 años de tres zonas del país, indicó una carencia de vitamina D en el 75% de los niños de Santiago, así como en el 84% de Concepción y en el 78% de Antofagasta. Cifras que se ven agravadas en el caso de niños y niñas que presentan sobrepeso u obesidad. Con esto, Chile se convierte en uno de los países que reporta uno de los mayores déficits descritos en la literatura internacional para este rango de edad, según indicó el informe desarrollado por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, la Universidad Finis Terrae y la Pontificia Universidad Católica de Chile, y que contó con el financiamiento de Nestlé.
Pero no todo está perdido: diversos especialistas coinciden en que la fortificación de alimentos de consumo diario en niños y niñas, tales como los lácteos, podrían ayudar a compensar esta deficiencia. La medida se vuelve esencial en el contexto actual y con la pronta llegada del invierno, ya que la vitamina D es fundamental para fortalecer el sistema inmunológico y prevenir enfermedades.
El director de la Sociedad Chilena de Nutrición y uno de los investigadores del estudio, Oscar Castillo, explica que “la vitamina D es un micronutriente que se encuentra de manera natural en muy pocos alimentos, por lo que resulta dificil cubrir los requerimientos. Es así que países como Estados Unidos, Canadá y Finlandia, ya han optado por fortificar algunos alimentos con esta vitamina, con el objeto de que la población general pueda acercarse a las recomendaciones de consumo”, indica el además director de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Finis Terrae.
El poder de los lácteos con vitamina D
Productos como el yogurt y la leche no solo son frecuentemente consumidos entre los más pequeños, sino que poseen las características perfectas para almacenar buenas dosis de vitamina D. Según Bárbara Bräuchle, nutricionista y gerente de Nutrición, Salud y Bienestar de Nestlé Chile –una de las empresas que ha apostado por esta solución–, la fortificación debe hacerse en productos de consumo habitual: “Esta debe aplicarse en productos recomendados en una dieta diaria equilibrada, porque eso aporta a mejorar el problema, sin llegar a suplementaciones especiales que pueden tener costos mayores”, explica.
La nutricionista comenta que, desde su consigna de “innovación basada en ciencia” y en el marco de su programa “Nestlé por Niños Saludables”, la compañía suiza lanzó el nuevo Yogurt Batido Nestlé fortificado con vitamina D, además de su Yogurt + Cereales, transformándolos en una excelente fuente de este micronutriente, ya que aportan un 30% o más de la dosis diaria recomendada de esta vitamina, por porción.
“Estudios como el señalado nos permiten desarrollar productos que atiendan las verdaderas necesidades nutricionales de los niños del país. A través de estos nuevos productos, estamos dando vida a nuestro propósito de desarrollar todo el poder de la alimentación para mejorar la calidad de vida, hoy y para las futuras generaciones”, sostiene Bräuchle, añadiendo que ésta renovación nutricional se suma a lo ya hecho con sus leches NIDO Etapas y Forticrece, y que ya están planificando novedades en otros productos lácteos.