- Dormir bien es indispensable para el buen funcionamiento del organismo en general.
Cuando las personas tienen problemas para conciliar el sueño, duermen pocas horas o no logran un sueño profundo tienden a manifestar una serie de cambios que pueden ser muy perjudiciales, pues al pasar 12 horas su función cerebral tiende a decaer considerablemente, afectando las emociones, por lo que provoca irritabilidad.
De acuerdo con Evelyn Benavides, neuróloga de la clínica Universidad de Los Andes, al pasar 24 horas sin dormir empieza a afectarse la corteza prefrontal, por lo que las emociones pierden su filtro. Además, hay somnolencia, dificultad para concentrarse, inflamación alrededor de los ojos, temblores y disminución del apetito sexual.
Por su parte, el neurólogo de la clínica Somno, Álvaro Vidal, explica que al pasar 72 horas sin dormir, los síntomas progresan y pueden provocar alucinaciones, paranoia, depresión, despersonalización, pérdida de visión, palidez y dolores en el cuerpo; además, el ánimo decae mucho más.
Si pasa una semana y la persona no duerme, los niveles de Ph de la piel se ven afectados, provocando una resequedad notoria como consecuencia de la reducción de los niveles de humedad, según explica el especialista en insomnio y sueño Hussain Abdeh. Al mismo tiempo, afirma que la debilidad e incapacidad de sentir emociones es notoria luego de ese tiempo.
En caso de que pase un mes y la persona aún no logre conciliar bien el sueño, su metabolismo comienza a alterarse, pierde peso, presenta ataques de pánico, alucinaciones fuertes, sudoración elevada, estreñimiento y, en el caso de las mujeres, los cambios hormonales producen una menopausia temprano, según agrega Benavides.
Ya en este punto, el sistema inmunológico se ve comprometido y el apetito sexual es casi nulo. Incluso si se sobrepasa este tiempo sin dormir, se presenta un riesgo elevado de aumento de la presión arterial, diabetes e infarto.