- El niño se despidió de sus compañeros y se marchó sin poder participar en la ceremonia.
Foto: EMOL
Una profesora del Kínder B, perteneciente al Colegio Antártica Chilena, en la comuna de Vitacura, le pidió a la mamá de uno de sus alumnos de cinco años que no llevara al niño a la celebración del fin de año, donde sería promovido a primer grado porque el menor tiene el trastorno del espectro autista.
Esta situación causó el rechazo de los demás representantes y habitantes del la zona. Esta sorpresiva sugerencia produjo una gran tristeza y decepción a Karina Martini, la madre del niño, pues el niño de tan solo 5 años “cierra una etapa importante y lo correcto es que se despida de sus amigos que lo aceptaron”.
Martini, explicó que encontrar cupo para su hijo fue muy difícil por su condición; precisamente por ello estaba tan agradecida con la institución que lo recibió debido a que cuenta con un Programa de Integración Escolar (PIE), el cual destina cupos para niños con condiciones especiales.
La madre, contó a Emol que en segundo año recibió una carta informándole que en 2019 su matrícula sería cancelada. Esto viene a raíz de que su capacidad de aprendizaje es mayor que la de los demás niños, por lo que se aburre con facilidad, se frustra al no poder salir del salón y hace “pataletas”.
A pesar de haber apelado esta decisión no logró los objetivos. Para Martini el colegio aún no comprende lo que es el autismo y la forma de ayudar a los niños a sobrellevar esta condición, pues por muchos esfuerzos que haga la municipalidad es necesario un cambio de mentalidad.
Pese a la polémica sugerencia del correo, los padres decidieron llevar al niño a despedirse de sus compañeros, pero no recibieron el trato empático que esperaban de las demás personas. “Lo que yo hubiera esperado es que se acercaran y nos dijeran ‘veamos si funciona, si se adapta (a la ceremonia), si se pone nervioso lo sacamos para atrás, ustedes se quedan con él…’ una actitud más empática con nosotros, con el niño y con sus compañeros, porque es su compañero de dos años, lo querían mucho. Pero nada, todo el mundo nos miraba…” afirmó Karina al medio Emol.
