- Lo han corroborado arqueólogos y paleontólogos e indica que perros nativos participaban en las actividades de caza y pesca.
En una zona arqueológica situada en el archipiélago de los Chonos en la región de Aysén, ha sido comprobada la presencia de un perro doméstico (Canis familiaris) que acompañaba a grupos de cazadores y recolectores que pescaban y cazaban en este lugar hace 730 años.
Se trata de restos óseos que han sido investigados por arqueólogos y paleontólogos y que corroboran el uso que los antiguos grupos canoeros de Patagonia hacían de los perros como ayudantes en sus actividades.
No había sido registrada
El arqueólogo Omar Reyes, uno de los autores de la publicación científica que resalta los hallazgos, es investigador del Instituto de la Patagonia de la Universidad de Magallanes y forma parte del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP).
Explicó que el perro documentado no es una especie endógena, es decir, no nació en el archipiélago de los Chonos, sino que fue posiblemente introducido desde el área sur de Chile, y trasladado en canoa hasta la isla Gran Guaiteca.
De acuerdo con Reyes, esto indica que en aquella época se daban intercambios de bienes en redes de circulación. Pero lo más importante es que esta especie de pero no había sido registrada con anterioridad en ninguna de las excavaciones realizadas en la zona.
El más pequeño
El perro hallado en el importante lugar arqueológico pertenece a un espécimen adulto de pequeño tamaño, con un peso de 3 a 4 kilos, y constituye el de menor dimensión que ha registrado en el Cono Sur hasta ahora.
Luego de analizar sus huesos en relación con los datos recabados en el área, los arqueólogos y paleontólogos deducen que era un animal que ayudaba en las labores de pesca y caza.