- Que provocó el momento más incómodo de la historia de los Oscar, que sorprendió a todos los presentes y televidentes, hoy innumerables columnas aparecieron en los medios sobre la masculinidad tóxica. Todos los focos están sobre Will Smith, como si su reacción hubiera salido del aire y los comentarios de Chris Rock fueran una mera inconveniencia.
“¡Quita el nombre de mi esposa de tu maldita boca!” Le gritó Will Smith a Chris Rock luego de subir al escenario a abofetearlo. Momentos antes el comediante, quien presentaba al ganador de la categoría Mejor Documental, apuntó la actriz Jade Pinkett Smith con la siguiente frase: “Jada, no puedo esperar a GI Jane 2”, en referencia a GI Jane, la película de 1997 donde Demi Moore se afeitó la cabeza para interpretar a Jordan O’Neil.
Jada Pinkett Smith sufre hace varios años de alopecia, una condición que provoca la caída anormal del cabello. En 2018 lo hizo público en sus redes sociales y en diciembre del año pasado señaló que estaba aprendiendo a aceptar y a convivir con la enfermedad.
Tras el altercado los medios pusieron todos los focos sobre el ganador a mejor actor y posteriormente surgieron múltiples columnas de opinión hablando sobre la masculinidad tóxica y el mal comportamiento de Smith.
Además, en respuesta al incidente, la Academia emitió un comunicado condenando la violencia de Will Smith y anunció una “investigación formal” sobre el caso, sin embargo, hay cero referencias a la violencia psicológica del comediante.
Impresiona que, aún en 2022 cuando se han hecho hasta el cansancio campañas de concientización sobre lo inapropiado de comentar sobre el aspecto físico de otro, mucho menos sobre sus enfermedades, sigue siendo más impactante una cachetada que la risa de una audiencia a expensas de la honra de una persona. Aún en un ambiente, supuestamente progresista como es el mundo de Hollywood, sigue naturalizado hacer humor con el dolor ajeno sin hacerse cargo de sus consecuencias.
Ese es el problema de los bullys, disfrazan su matonaje de humor, cosa que si alguien se atreva a enfrentarlos pueden poner cara de impacto porque “era una broma”. Entonces ¿por qué la condena es casi exclusiva hacia Smith? Probablemente por tener una reacción desproporcional. Por su puesto la violencia nunca es la respuesta, como tampoco debiera ser repertorio de humor las enfermedades de otras personas, y, en el intertanto, ¿quién pone a los bravucones en su lugar? Seamos sinceros, si no fuera por el actor los dichos de Rock hubieran pasado desapercibidos.
Hoy Will Smith publicó en sus redes sociales su disculpa hacia la Academia y a Rock:
“La violencia en todas sus formas es venenosa y destructiva. Mi comportamiento en los Premios de la Academia de anoche fue inaceptable e inexcusable. Las bromas a mi cargo son parte del trabajo, pero una broma sobre la condición médica de Jada fue demasiado para mí y reaccioné emocionalmente (…) Me gustaría disculparme públicamente contigo, Chris. Estaba fuera de lugar y me equivoqué. Estoy avergonzado y mis acciones no fueron indicativas del hombre que quiero ser. No hay lugar para la violencia en un mundo de amor y bondad”, señaló.
Al momento de la publicación de esta columna, fuera de que no presentará cargos contra Smith, Chris Rock aún no ha emitido comentarios sobre lo ocurrido.
Por Stephanie Elias M.
