- La agencia AFP habló sobre el negocio que existe detrás de esta práctica del comercio.
- Esta información está siendo un preciado botín para las empresas.
Les ha pasado que cuando van a comprar a alguna tienda de comercio importante les dicen en caja “¿me da su rut?”. Esta simple pregunta, que parece inofensiva, es cada vez más normal dentro del comercio. Sin embargo, esconde un negocio millonario de venta de datos personales. Y lo peor de todo, es que crece sobre la base de una regulación que está obsoleta.
El Rol Único Tributario (RUT), o dicho en su forma correcta el Rol Único Nacional (RUN), es asignado a cada persona chilena al momento de nacer y del mismo modo a todos los extranjeros que se establecen en nuestro país, incluso si es de manera temporal.
Pese a que la ley no obliga a entregar el rut para concretar la gran mayoría de las compras que hacemos a diario, nos encontramos que en la farmacia, retail, supermercados, tienda de zapatos, etc. nos piden esos datos, los que muchas veces están asociados al ofrecimiento de descuentos.
Este tema de entregar el RUT ya es tan parte de nuestra sociedad que en algunos lados los vendedores podrían llegar incluso a anular una operación si el cliente se niega a entregar la información.
Cuando entregamos nuestro número de cédula, que dicho sea de paso está estrictamente prohibido en otros países, ya que es información privada, le damos un festín a las empresas que se dedican a vender ese tipo de datos.
“Si tú cruzas el número de RUT en cualquier bases de datos, uno podrá encontrar información adicional como cuántos hijos tienes, tu cuenta de banco, deudas, propiedades o vehículos”, indicó María Paz Canales a la AFP, directora ejecutiva de la ONG Derechos Digitales.
Además señala que “el RUT da un conocimiento perfecto del ser humano en toda su interacción a través de la adquisición de productos o servicios”, dando la oportunidad al comercio para “saber qué ofrecerte exactamente”.
Toda esta información se guarda en “bancos de datos”, los que pueden lograr hacer radiografías económicas y sociales de las personas: su comportamiento comercial, como están sus finanzas, cuáles son sus enfermedades o de qué estrato social es.
Con todo lo anterior las empresas pueden crear patrones de interés y ofrecer a los clientes productos que potencialmente van a querer. En resumen las empresas saben quién eres y qué productos te pueden tentar.
Pero por si fuera poco, hay otras empresas que se encargan de ofrecer estos datos a la pequeña y gran empresa para potenciar sus negocios. Por ejemplo, si usted tiene una idea o proyecto empresarial, puede contratar servicios que le indicarán incluso donde ubicar su negocio de acuerdo al patrón de conducta comercial de las personas y que está relacionado con su negocio. Todo esto sucede mientras seguimos entregando nuestro RUT.