- Los resultados de la celebración de esta tradición en Dinamarca ocasionó grandes críticas y un descontento considerable en los lugareños y los defensores de animales.
El domingo 12 de septiembre, en las islas Feroe, ubicadas en Dinamarca, volvió a realizarse el “Grindadrap”, que es una matanza de delfines que hacen los pescadores de la zona como parte de una macabra tradición centenaria de la zona.
En este evento tan fatídico, los ejecutores de los delfines superaron el récord que habían registrado, al matar 1.428 ejemplares, algo que ha provocado, una vez más, la indignación de los activistas y defensores de los derechos de los animales a escala mundial.
Esto es algo sin precedentes, explica Olavur Sjurdarberg, presidente de la Asociación de Balleneros de las Islas Feroe, quien indicó que los barcos de la zona condujeron a los animales a la playa de Skalabotnu,r en Eysturoy. Inicialmente creyeron que había unos 200 ejemplares, pero cuando inició la matanza descubrieron que la manada era de más de 1400 delfines, los cuales murieron.
Para Sjurdarberg esto fue un error grave, reconociendo que la matanza fue excesiva y que alguien de los presentes debió haberse dado cuenta. Incluso, mucha gente está en shock ante este hecho tan impactante que generó críticas incluso entre los grupos que participaron en ello.
Una vez que se llevó a cabo la matanza, todos los cadáveres fueron distribuidos en todos los locales comerciales de la zona para el consumo de la carne de los mamíferos.
Desde el año 1940 no se presentaba una matanza de esta magnitud, año en el que perdieron la vida 1400 ejemplares de estos mamíferos en la celebración de una tradición que resulta un acto de crueldad masivo para quienes luchan por los animales a escala mundial.